Los principales errores de traducción editorial y cómo erradicarlos

Este mes celebramos el día del libro, aunque en la agencia de traducción WTA Language Solutions casi siempre es el día del libro. En WTA vivimos en un ensayo de no ficción en la que ahorramos tiempo y preocupaciones a nuestros clientes que confían en nosotros, de la misma forma que nosotros seleccionamos a los mejores profesionales para cada proyecto.

Sin embargo, nos gusta mucho que todo el mundo se ponga de acuerdo para celebrar este objeto el mismo día.

Muchos lectores bilingües prefieren leer libros escritos en la lengua original, sin embargo, no todos tenemos el súperpoder de leer a Stefan Zweig en alemán o a Flaubert en francés, o a Oscar Wilde en inglés. En España tenemos muchos traductores literarios de prestigio, como ya os contamos en el especial traductoras que publicamos el pasado 8 de marzo día de la mujer.

¿Sabes cuáles son los errores de traducción más comunes? ¡Te los contamos!

En literatura, no se habla tanto de billions y millions (¿no es ‘Billion’ el típico error de traducción por excelencia?) como en las páginas salmón de los periódicos pero sí que se producen una y otra vez muchos de los siguientes fallos:

El error principal de la traducción literaria es calcar la estructura original del inglés: muchas traducciones no suenan naturales porque no se respeta la estructura del castellano. En ocasiones, el traductor o traductora trata de respetar lo máximo posible la estructura y ritmo del autor, de ahí que cometan muchos fallos. En la agencia de traducción WTA Language Solutions somos fervientes seguidores de Lucia Berlin, en inglés y en castellano, y admiramos el trabajo que ha realizado Eugenia Vázquez Nacarino, quien fue capaz de trasladar la sonoridad de la prosa poética de Lucia Berlin del inglés al castellano, y así lo cuenta en esta entrevista.

Lucia Berlin o la fuerza del destino | Traducir «Manual para mujeres de la limpieza»

El entrecomillado

En inglés, los diálogos aparecen entrecomillados con comillas angulares («») y sería un error calcar la estructura. En castellano se utiliza la raya en los diálogos y, las comillas, sólo cuando un personaje piensa.

Esto es lo que nos indica la Real Academia de la lengua al respecto de las comillas.

1. Signo ortográfico doble del cual se usan diferentes tipos en español: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (« »), las inglesas (“ ”) y las simples (‘ ’). Las comillas inglesas y las simples se escriben en la parte alta del renglón, mientras que las angulares se escriben centradas. En los textos impresos, se recomienda utilizar en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. En este caso, las comillas simples se emplearán en último lugar: «Antonio me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se ha comprado Julián”».Las comillas se escriben pegadas a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y separadas por un espacio de las palabras o signos que las preceden o las siguen; pero si lo que sigue a las comillas de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.

a) Los signos de puntuación correspondientes al período en el que va inserto el texto entre comillas se colocan siempre después de las comillas de cierre:

Sus palabras fueron: «No lo haré»; pero al final nos ayudó.

¿De verdad ha dicho «hasta nunca»?

b) El texto que va dentro de las comillas tiene una puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si el enunciado entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se escriben dentro de las comillas:

Le preguntó al conserje: «¿Dónde están los baños, por favor?».

«¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones!», exclamó.

De esta regla debe excluirse el punto, que se escribirá detrás de las comillas de cierre cuando el texto entrecomillado ocupe la parte final de un enunciado o de un texto

c) Cuando lo que va entrecomillado constituye el final de un enunciado o de un texto, debe colocarse punto detrás de las comillas de cierre, incluso si delante de las comillas va un signo de cierre de interrogación o de exclamación, o puntos suspensivos:

«No está el horno para bollos». Con estas palabras zanjó la discusión y se marchó.

«¿Dónde te crees que vas?». Esa pregunta lo detuvo en seco.

«Si pudiera decirle lo que pienso realmente…». A Pedro no le resultaba fácil hablar con sinceridad.

La Oxford comma

En inglés es muy frecuente pero su uso no debe ser calcado al castellano pues se trata de un error.

El uso excesivo de los posesivos

En inglés se utilizan posesivos continuamente pero eso no significa que en castellano debamos repetir las estructuras: en español realizamos un uso muy reducido, sólo cuando se denota posesión.

Te recomendamos leer: 

Feliz día de la mujer: reivindicamos las traductoras más importantes

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